Brindamos por el olvido,
y el espíritu del vino,
se fue haciendo nuestro amigo...
Con el corazón en llanta,
nada mejor que tu lengua,
abrigando mi garganta...
Y conga, conga, conga, conga
Y que siga la milonga amor
que el mozo traiga otra ronda
y que pague DIOS.